Y bueno, llegan las semanas donde uno tiene todo el calendario lleno de actividades, reuniones, cosas del trabajo, día de las velitas, etc. Especialmente cuando llega el fin de año y uno se va agendando, pensando en que se va a poner para tal evento, y para tal otro. Además que mi cumpleaños es también justo antes de empezar diciembre y pues están las celebraciones de Thanksgiving, etc, una época muy movida en general! Y en esas estaba, que paseo para Thanksgiving, y llegaba y tenia 4 actividades seguidas en la misma semana, de Miércoles a Sábado, incluyendo dos eventos el sábado por la tarde, pero pues no tengo ese poder de aparecerme en dos sitios a la vez, entonces ya tenía uno agendado y a el otro tuve que decir que no, aunque me hubiera gustado, pero pues, imposible!. Ahora, hay semanas que no hay nada de planes, pero justo hay épocas donde pasa de todo. Pero entonces llega el universo, o el de arriba, o las estrellas, o la ley de correspondencia, o como le quieran llamar y mueve todo! Y me llego un virus de la gripa fuertísimo, que justo empezó con una tos el día de Thanksgiving, y poco a poco se fue empeorando, hasta que me sentí super mal, mucho dolor de garganta y de oídos, fiebre, etc todo el fin de semana, y me toco ir al doctor el Lunes, gracias a Dios no era influenza, pero es un tipo de virus fuerte, y aunque ya estoy mucho mejor, prácticamente me toco encerrarme varios días, y como hay que darle tiempo al tiempo, pues no me siento a 100 por ciento todavía y pues he empezado a cancelar todos los eventos alineados, no porque no quiera ir, pero porque de verdad, fisicamente no me siento con la energía para ir y conversar, etc. Socializar requiere energía y en este momento no me da, uno no puede servir de una jarra vacía! Entonces, hasta que no me sienta al 100, seguiré cuidándome y seguiré encerrada, hasta que sienta que vuelvo a mi nivel de energía normal y pueda retomar actividades! Por eso bien dicen, uno planea y Dios se ríe! Y bueno, a relajarme que esto también tiene su lado bueno, por ejemplo, puedo escribir por aquí! 🤧
Bien lo dijo Federico García Lorca: “Quiero llorar porque me da la gana”.
El llanto tiene un poder curativo increíble, y a veces lo necesitamos. Durante mi niñez el llanto no era muy aceptado. Me acuerdo que si me daban ganas de llorar por el motivo que fuera, recibía la frase típica de mama o papa con hijos en la edad de generación guayaba. (Aclaro que soy X, pero me cayó bastante guayaba. Estas acertadas denominaciones fueron creadas por el comediante colombiano Andres Lopez en su excelente obra de stand up comedy, La Pelota de Letras.)
helo aquí!
La frasesita típica era: “siga llorando y vera que le doy una pela pa que llore por algo que valga la pena”.
A muchos nos tocó. Pero me parece tenaz el taponazo mental y físico que nos querían meter, porque una buena berriada (a moco tendido) ayuda mucho! Las lágrimas limpian los espejos del alma: los ojitos, porque a veces se meten mugresitos que nos ensucian el alma.
Además es una actividad super catártica como me dijo una amiga hace poco! Aunque estábamos hablando del ejercicio de escribir (que también lo es), pero que buena frase!
A medida que uno crece y como resultado de la crianza bajo este parenting style, uno se va volviendo más fuerte y la capacidad de auto control es mayor. Esto tiene sus cosas buenas y malas, porque tampoco se debe llegar al punto de perder autenticidad y parecer de piedra! Todos tenemos nuestros días, y hay momentos de momentos.
A veces la vida le tira a uno situaciones donde se nos arruga el corazoncito y es inevitable dejar salir las lágrimas, ellas ayudan a pasar el taco que se forma, sea la situación que sea. Así no queramos!
Uich!
Hay lágrimas de tristeza, hay lágrimas de alegría, de frustración, de ego herido, de compasión, en fin, hay hasta lágrimas de cocodrilo. Están ahí y nos sirven para expresar alguna de tantas emociones cuando ya las palabras no son suficientes.
Si ven que si?
Una de mis últimas lloradas por frustración fue en un trabajo que tuve hace poco(de los más malitos que he tenido). Les hago resumen para no alargar mucho el cuento: Tuve un trabajo muy estable y que me gustaba mucho en una empresa X, a esa empresa la compró otra empresa y se cerró la oficina donde yo estaba. Por no quedarme sin ingresos y mientras encontraba otro trabajo, acepte una opción de trabajar en un rol que no era el mío con un grupo de gente que salio de la empresa X y se ubicaron en una empresa que era competencia.
En mi rol previo, una de las mejores herramientas que yo tenía era que hablo Español. Nuestra lengua nativa era celebrada y era un elemento valioso para los miembros del equipo con los que trabajaba y para la cultura de la empresa. Hacía traducciones constantemente para materiales audiovisuales y yo estaba encargada de dar clases a los empleados que hablaban español.
El nuevo rol involucraba tener contacto directo con clientes, y la oficina quedaba en el barrio “latino” de la ciudad (pero aquí vive un resto de gente de todas partes y se da una gran mezcla de culturas). Mi nuevo jefe resulto ser un tarugo completo, y le dio por decir que yo no podía atender a gente que hablara en español en mi lengua nativa! Que tal? Me dio tanta ira, que yo creo que hasta a mis antepasados lo sintieron y se revolcaban de la ira en sus sagradas tumbas!
El zopenco me regaño como 5 veces en 3 semanas que dure ahí, y la última vez chille de la frustración! Es que no hay derecho que en pleno siglo 21, y en una ciudad como San Francisco haya gente tan ignorante! Pero que mas se puede esperar de alguien que lleva casi 4 años en SF y nunca había ido a Dolores Park? O sea! Los que viven aquí me entienden! A este parque también le dicen la playa, porque sale el sol y se llena. Se que mucha gente que vive en los alrededores de SF no lo conoce, pero dentro de la ciudad es definitivamente un sitio de encuentro muy común.
Dolores Park — Y su vista!
Según él, no era justo darle “trato preferencial” a un solo grupo étnico. Y es que acaso no se puede atender de igual forma a la gente sea en inglés o español, o en el idioma que sea?? Mis compañeros de trabajo no entendían tampoco, y al final comprobamos que no había ningún problema con las entidades reguladoras de las reglas y que claro que se podía hablar en español, si se tenia a alguien con esa habilidad.
Lo bueno de todo fue que al final del día aprendí unas lecciones importantes, gracias a Dios pude encontrar otro trabajo relativamente rápido y haciendo lo que me gusta, porque estaba lista a tirarlo a la (donde sabemos). El día que recibí la llamada confirmando mi oferta de trabajo con la empresa nueva lloré pero de alegría y porque me dio la gana! Y a lo mejor mis antepasados se revolcaron de nuevo, pero esta vez de la dicha!
Brownie! 